Esa mágica palabra llamada: LIBERTAD

“No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente”
-Virginia Wolf-

Por años los seres humanos han luchado y generado revoluciones, pueblos completos se han levantado, personas han muerto y grandes cambios sociales han ocurrido en búsqueda de una sola cosa: “LIBERTAD”.

Una de las cosas más valiosas que posee el ser humano y en ese punto puede sonar a cliché es la libertad, un ser humano libre de estereotipos, de ideas preconcebidas, de esquemas limitantes, de condicionamientos sociales, libre de apegos, libre de necesidades afectivas, libre de miedos, libre de presiones familiares y del entorno, un ser humano con la capacidad de elegir desde su individualidad espiritual humana, un ser humano libre para disfrutar de su sexualidad, un ser humano que ejerce su libertad sin vulnerar o dañar a la sociedad, es un ser humano en camino a la libertad y autorrealización personal.

Un ser humano libre es aquel capaz de generar sus propios pensamientos, es capaz de discernir entre lo que la sociedad busca imponerle y lo que el como individuo necesita, un ser humano libre es aquel que fluye en su individualidad personal, que crece y valora el entorno que lo rodea pero es difícilmente influenciable, un ser humano libre es un ser humano difícil de manipular directa o indirectamente por el medio social o familiar, entorno cercano o medios de comunicación porque tiene el nivel intelectual, espiritual y la sagacidad y perspicacia para analizar ideas y argumentos más allá de las apariencias, un ser humano libre es aquel que ha dejado de responder a emociones como el odio, el rencor, la culpa o el falso cumplimento de un deber arbitrario implantado en el seno familiar.

Y aquí viene parte de mi experiencia, yo crecí en un entorno donde sentía que debía satisfacer las expectativas sociales de mi entorno familiar, en un principio influenciaron de manera muy sutil y sin malicia en la carrera de mi elección, yo que en un inicio quería ser escritora y periodista fui ninguneada en mis sueños por los miembros de mi familia quienes reprobaron mi decisión y terminé estudiando la carrera de docencia que si bien es cierto me dio grandes logros, no era parte de lo que deseaba, entonces en ese instante no fui libre para elegir lo que mi corazón realmente deseaba, porque sentía la presión familiar en mis elecciones, y esa presión familiar estuvo presente en muchas de las esferas de mi vida, entonces piensas, que debes hacer lo que tu familia quiere porque piensan que es lo correcto para ti, y lo cierto es que muchas veces sin darse cuenta implantan ideas subconscientes que vulneran tu libertad en la toma de decisiones, en algún punto sentía que debía satisfacer los requerimientos de mi entorno cercano, desde la pareja que ellos deseaban para mi, el manejo de mis finanzas, etc, pero lo hacían de un modo tan sutil que sentía la presión encima al punto de sentir que si no hacia lo que se me pedía estaría defraudando sus expectativas ¿Qué paso? Un día todo simplemente explotó y me di cuenta que no era feliz con las decisiones que había tomado en mi vida, me di cuenta que nunca había sido libre para decidir y aun hoy en mi adultez esa presión familiar ha continuado sobre mi, la idea de éxito de mi familia se relaciona con la adquisición de dinero y bienes materiales, mi idea de éxito hoy en día se relaciona con paz y calma y bienestar personal y espiritual, dista mucho de lo que ellos buscan de mi.

Hace poco tuve una discusión alturada con mi tía por comunicarle mis deseos apasionados de ser escritora, ella entre muchas otras cosas ha estado en desacuerdo con un sin número de decisiones que he tomado, pero esta casi la pone en cama por dos días, ¿Escritora?, te morirás de hambre” me dijo y agregó¿Acaso no tienes una carrera como administradora y profesora? La escuche con el mayor respeto por ser un miembro de mi familia, pero ya había dejado que mi entorno resquebraje mi libertad mediante sus condicionamientos subconscientes colocados en mi cerebro desde pequeña al punto que hoy mas que nunca tenia la conciencia absoluta de que mi libertad provenía de mi capacidad de decisión y análisis, no necesito hacer lo que otros piensan que es correcto, necesito hacer lo que mi corazón sabe que es correcto y mi corazón sabe que es correcto escribir.

Y es así como llegué al tema de la libertad, es la libertad la que está íntimamente relacionada con la toma de decisiones conscientes desde las perspectivas y necesidades personales, decisiones exentas de la influencia del medio y de la presión social. Una vez que has pasado por experiencias particulares tienes una mayor noción de lo que implica estar libre, mi sugerencia es que vayas en la búsqueda de esa libertad, no de la libertad de hacer lo que te de la gana sin control, eso es un extremo, cuidado con los extremos, sino de la libertad que te permite estar desnudo de apegos, miedos, cargas emocionales, de esa libertad en la que reconoces que las decisiones que tomes sobre tu vida no tienen porque afectar a nadie porque es tu vida, tu camino y parte de tu crecimiento personal, las personas que están en proceso de evolución aun tardarán un poco en entender el contenido de este artículo o a lo que me refiero, pero para aquellas personas que ya se encontraron internamente y están viviendo la maravilla de la libertad espiritual les digo:

“Bienvenidos al paraíso”

Fuente de imagen: Ellysiumn

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