Una vez me compré un ceviche y cuando me lo sirvieron se veía muy suculento , Dios ese ceviche se veía tan bueno que te entraba por los ojos, lo veías y pensabas “!Rayos, que buen ceviche!” y empezabas a salivar pero cuando le di un par de bocados me di cuenta que estaba insípido y no tenía suficiente limón, un ingrediente básico para un buen ceviche y claro le faltaba ají y un conjunto de cosas, esta analogía me permite contarte en este artículo como acertar en convertirte en la persona correcta para así elegir a la persona correcta para ti.
Vivimos en una sociedad que te vende apariencias que se ven muy
suculentas pero que está un poco desconectada del espíritu. Las redes sociales aquí
juegan un rol importante y no , no es que este en contra de ellas, de hecho yo también
las uso, el hecho es que ellas pueden desconectar a las personas de su esencia distrayéndolas
del mundo si no te vuelves consciente de ti y ya que las redes están en nuestro
día a día programan las mentes de los seres humanos hacia estereotipos, gustos y necesidades basados en el valor de la
apariencia.
Creo que las personas se equivocan
porque al elegir se dejan llevar por una apariencia predeterminada, esa que
justamente las redes se encargan de programar en tu mente como lo que debería ser aceptable o atractivo
marcando tendencias y modas que llevan a los seres humanos a buscar encajar en
ese determinado estereotipo en particular, intentando verse como un buen
platito de ceviche apetecible pero sin la justa medida de limón y ají, un buen cuerpo sin la justa medida de alma y corazón.
No, no es que este en contra de
vernos bien, claro que no, verse bien es un tema de amor propio ; sin embargo verse bien no lo es todo si solo basas tus elecciones en ello dejaras de lado el alma y créeme
querido(a) lector(a) cuando encuentras
un alma capaz de sentir y amar y ser auténticamente ella es cuando realmente
haz encontrado algo sin siquiera buscarlo.
Porque como se dice por allí un
dicho pasajero “No siempre lo que brilla es oro” , puede ser oro claro que si, podemos encontrar personas que
son tan bellas por fuera como por dentro, pero hoy en día, eso solo ocurre cuando
tienes la claridad e inteligencia suficiente
para determinar quién está demasiado enfocado o enfocada en el exterior y ha
dejado de cultivar su interior, porque cuando eso ocurre esa persona será como el cascarón de un huevo sin yema ni
clara, una cascaron vacío , supongo que de eso se trata, se trata de entender
que estas en este mundo no solo para verte bien sino para sentirte bien, no
solo para cultivar tu cuerpo sino para cultivar tu alma y solo cuando eso
ocurre empiezas a rodearte de personas que van exactamente en tu misma línea de
pensamiento entendiendo que el valor real viene de adentro hacia afuera, si te
sientes bien inevitablemente te ves muy bien y no tienes que pretenderlo sino
solo serlo.
En este artículo no digo que la belleza
y la apariencia sean malas, de hecho son buenas ser bello es genial, tampoco te digo que vayas por el mundo como un vagabundo feliz y
desarreglado que bien podrías hacerlo, lo que digo es que las interacciones
sociales de calidad no solo implican eso, sino también una mente suspicaz, inteligente,
divergente ,creativa, un corazón ardiente, un alma apasionada alguien capaz de generar curiosidad, alguien que no solo
sea capaz de atraernos la vista sino también la mente, el alma y el corazón,
convertirnos en ese tipo de personas es en mi humilde y no tan humilde opinión el
objetivo de la auto realización personal.
En conclusión primero te conviertes
en aquello a lo que aspiras desde el corazón y el alma y de ese modo en el camino conectas con la persona ideal para ti.
La imagen utilizada en este artículo es de la artista visual Andreas Varro y puedes encontrarla en su pagina web personal,
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