Fairy

Se sentó frente a la computadora y su corazón no parecía responder al sonido de los dedos en el teclado, entonces cerró los ojos ¿acaso se le había escapado la inspiración entre los dedos?

Con los ojos aun cerrados intentó pensar en alguna historia que pudiera contar a su audiencia, entonces sintió algo muy suave caer sobre su rostro, parecía un ligero polvo; sí, era como si lloviera polvo sobre sus mejillas, sus ojos, sus cejas, sus labios, era una sensación muy interesante que iba acompañada de un ligero aleteo que le causaba un fresquito, era como si lloviera escarcha ante si pero no podía abrir los ojos y entonces sintió el suave aleteo de algo frente a si misma, intentó abrir los ojos con más fuerza y una vocecita le susurró all oído.

- Es polvo de hadas, es mágico, soy el hada de los sueños y las fantasías y veo que necesitas un poco de mi polvo para volver a escribir sobre nosotras-.

Con los ojos aun cerrados pregunté- ¿El hada de los sueños y las fantasías? - hice un gesto con mi cabeza y me permití reírme a carcajadas- Vamos, eso no existe-

-Abre los ojos ahora-Me susurró el hada mientras el polvo de hadas cada vez mas brillante y en tonos dorados y azules caía frente a mí, abrí mis ojos y pude observar una inmensa jungla llena de luces de colores y muchas hadas, que revoloteaban a mi alrededor, ciertamente podría describir a estas pequeñas haditas como seres minúsculos casi del tamaño de un colibrí y todas ellas me miraban en conjunto con curiosidad con sus enormes ojos y la calidez en su pequeño rostro, me invitaba a la ternura y el bienestar

- ¿Quién es? – preguntaron al unisonó extrañadas a su compañera que revoloteaba frente a mí.

-Es una escritora muy famosa del mundo de los humanos es nuestra invitada y hoy le demostraremos que la magia aún existe ¿Están de acuerdo? -

-¡Si! -Respondieron emocionadas en sus diminutas voces al unisonó y en cuestión de segundos miles de hadas me pusieron encima un vestido hecho por completo de fibras de oro que brillaba como el sol y trajeron un espejo frente a mí y entonces me miré y mi rostro traslucía polvo de hadas mientras las hadas me miraban cautivadas.

- ¡Vamos! te mostraremos nuestro territorio y conocerás la magia de nuestro mundo- dijeron las haditas nuevamente al unísono y así fue como empezó la magia y fantasía en el mundo de hadas creado para mí.