DIME CUANTOS “FOLLOWERS” TIENES Y TE DIRE CUANTO VALES

Vivimos en una sociedad que se ha desglosado en dos mundos, la sociedad real y la de las apariencias virtuales, las personas valen más en el mundo virtual que en la realidad, los followers de las cuentas se traducen en títulos como “Influencer” y ser influencer se traduce en dinero y beneficios económicos. Si le gustas a tus followers, entonces vales algo en la sociedad y literalmente vales algo, porque entonces puedes pagar tus cuentas y vivir de la virtualidad. 

Para los influencer cada corazón, reacción, like o comment es como tener una alcancía de monedas virtuales, puesto que vivimos en el mundo del consumismo y el intercambio de reacciones, si tu vales en el mundo virtual, quiere decir que la gente te sigue y copia tu estilo de vida, si la personas te imitan entonces imitaran los productos que vendas en tus redes o mejor dicho que promuevas en ellas, los lugares que visites, el estilo de vida que tienes y lo que comas incluso si es una piedra, entonces las grandes compañías siempre al acecho de mercados emergentes  buscan esa alianza donde hay una clara relación  “ganar-ganar”

El influencer se lleva los beneficios de los “canjes” y la compañía logra un mayor alcance de audiencia y una mejor llegada de sus productos al público de consumo. Y así el mundo del mercantilismo y el intercambio de bienes y servicios se traslada a las redes sociales. Y en este punto podrían decirme que es ilógico para una empresa no aprovechar tal beneficio de usar personas que ya influyen en las masas para convencer a dichas masas de que usen sus productos y que es aún más ilógico que las personas con el poder sobre las masas no intenten sacar beneficio de ello, pero lo mundano es que los influencer, no todos pero si algunos terminan básicamente prostituyendo su estilo de vida para ganar más adeptos, venden más apariencias y menos espiritualidad y humanidad ¿Será que es porque es eso lo que busca el mundo?

Los influencer se muestran en sus tronos virtuales con prendas de vestir de marca, lo último en restaurantes, lo mejorcito del momento en tecnología, como arreglarte el cabello y lucir bien, básicamente son un escaparate de ofertas con menciones y agradecimientos por todos lados. 

Debo aclarar en este punto que este no es un artículo satanizando a las personas que tienen poder sobre las masas virtuales, pues dentro del grupo que tiene ese poder si existen quienes hacen un buen uso de el e intentan despertar al mundo a su humanidad, pero en general son una minoría que ha optado por no lucrar con su vida e ideales. Mientras otro grupo, el más grande, ha decidido prostituir su vida para dar paso a la superficialidad mundana que mantiene dormidos al 90% del mundo a nivel planetario.

En este punto solo debo decir que, si los influencer promovieran más humanidad e intentaran lucrar menos con su poder virtual, el mundo tendría una mínima chance de mejorar, pero eso señores aún está a años luz de pasar. Mientras tanto sigamos admirando a personas paradas en sus tronos de likes, comprando los productos que usan y haciéndoles subir el ego más allá de la luna.

 

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