Ceguera espiritual

Muchas veces los seres humanos andamos tan distraídos de nosotros mismos, enfocados en las apariencias del mundo exterior, enfocados en lo que nos rodea, inmersos en las necesidades mundanas (comida, abrigo, las últimas tendencias en tecnología y moda, apegos a las cosas del mundo). Los seres humanos hemos crecido aferrados al mundo de lo material, desde pequeños, aferrados a cosas y personas.

Aferrados a una casa, un carro, una carrera, un título, a nuestros hijos, a nuestras creencias, a nuestras ideologías, a nuestros padres, a nuestra pareja, nuestra mascota, nuestro sillón favorito, los seres humanos solemos aferrarnos al mundo material y tendemos a olvidarnos de nosotros mismos, colocamos el foco de nuestra felicidad en nuestra familia, en nuestra pareja, en nuestros objetos materiales, en conseguir nuestros objetivos y en el proceso olvidamos que nos tenemos a nosotros mismos, en el proceso olvidamos que mucha de la felicidad que creemos obtener del entorno es simplemente parte de las apariencias pasajeras y seguimos sintiéndonos solos y vacíos y tenemos miedo ver adentro de nosotros porque ver ese vacío puede resultar aterrador. Nos llenamos hacia afuera con objetos materiales y con personas, pero olvidamos cultivar hacia adentro, olvidamos cultivar nuestros espíritus y sabes si llegaste a este punto del artículo, pensaras que soy una minimalista, te hablo desde donde estas ahora porque ya estuve justo allí.
 
El hecho es que olvidamos cultivar adentro de nosotros, nuestra psyque, nuestra alma y nuestros sentidos, olvidamos disfrutar del olor de una flor, de un vaso de agua fría, del aire entrando en nuestros pulmones, de sonreír sin motivo alguno, olvidamos disfrutar de nosotros mismos, olvidamos que nuestras almas humanas son hermosas, y olvidamos regarnos y cuidarnos, dejamos de meditar o disfrutar de un buen momento en la ducha mientras el agua cae en nuestros cuerpos y no pensamos en nada ni en nadie más que en nuestra conexión cuerpo alma, ¿Alguna vez te has tirado sobre el césped y solo mirado al cielo sin pensar en horas o actividades o las necesidades de otras personas disfrutando solo del momento de conectar con la naturaleza?.
 
Estamos tan preocupados de las necesidades mundanas y materiales que olvidamos conectar con nosotros, con nuestros seres espirituales y con nuestras necesidades emocionales ¿Cuántas veces te has sentido triste y te has aguantado las lágrimas sin darle a tu cuerpo la libertad para liberarse de ese dolor a través del llanto? ¿Cuántas veces has deseado un momento solo contigo, pero no lo has tenido por complacer a los demás? A veces dejamos de escucharnos a nosotros mismos, a nuestras necesidades emocionales y corporales por enfocarnos demasiado en el mundo exterior y nuestra alma y su cuidado queda en un segundo plano, date un tiempo para conectar contigo para encontrarte en tus emociones, en tu conciencia, en tus actos, olvidar al mundo para sumergirse en uno mismo es una de las actividades más placenteras que le pueden ocurrir al ser humano cuando está sano emocionalmente, si por el contrario traes emociones encontradas, la sola idea de estar contigo misma(o) te aterrara, pero debes tener paciencia y valor porque entrar allí y arreglar ese desastre interno que te aterra será una de las actividades más gratificantes que hagas por ti, regálate ese momento disfruta de estar en tu mente sin invitar a las voces de tu entorno , deja que resuene dentro de ti la voz de tu corazón y la de tu espíritu y deja que te muestren el camino de regreso a ti.
 
Disfruta de ese viaje de auto encuentro espiritual, empaca ya para ese viaje a tu interior y recuerda que no necesitas de nada más que de ti.


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