“Sin temor a reír”
Los niños vienen al mundo sin miedo y con unas enormes ganas de descubrirlo; en el proceso de su interacción, la sociedad y la familia van llenando su cerebro con ideas limitantes y creencias que terminan por dormir el potencial de ese niño generándole una enorme tensión en su búsqueda por hacer las cosas de manera correcta y en su temor a hacer el ridículo. Es así que este ser humano crece como un ser apagado con temores a todo, incluso el temor a brillar por si mismo.
Un clown es un personaje que no teme al ridículo, mucho menos al fracaso y que expone los puntos de él que pudieran resultar más vulnerables para reírse de ellos con el público. El clown de hecho se expone a si mismo para dar algo, el clown se da a su público en esencia para divertirlo, la retribución que obtiene el personaje clown va más allá de solo la sonrisa del público, su mayor retribución es la libertad en sí, la libertad de volver a ser un niño otra vez, la libertad de confrontar sus emociones y ser vulnerable frente a un gran público, la libertad de poder reírse de creencias y parámetros sociales y la libertad para disfrutar de hacer el ridículo sin temor a perder.
Dentro de cada ser humano esta este pequeño niño o niña al que sus padres sentaron en un rincón con temor a todo y le impidieron explorar el mundo, dentro de este ser humano también esta ese pequeño niño que debe camuflarse en un personaje de adulto para cumplir con los requerimientos sociales y que en el proceso se olvida de si mismo y de sus deseos, se olvida de que realmente es libre y que solo tiene que darse cuenta de ello.
Sería genial vivir en un mundo clown donde nos riamos de los errores y nadie se atreva a juzgar, donde cuando una persona se suelte a llorar todos los otros clown corran al unísono y digan “Abrazo de amor”, un mundo clown donde recordemos como es reír sin miedo, un mundo clown donde si te equivocas en una indicación solo corras al centro a gritar “Soy un cacahuate” mientras te mueres de risa, seria genial vivir en un mundo clown donde si no recuerdas el ritmo de una canción tengas que dar vueltas “Haciendo de pato”. La sociedad ha creado tantos parámetros que algunos humanos se han olvidado de la magia de simplemente ser auténticos, sería genial vivir en un mundo clown donde nos revolquemos como chimpancés en el piso y huyamos despavoridos pensando que un helicóptero esta punto de estrellarse contra nuestro árbol de chimpancé, seria genial vivir en un mundo clown donde caminas por la cuerda floja sin miedo a caer, pero sobre todo seria genial vivir en un mundo clown donde puedas ver a las personas tomar decisiones desde el corazón, reír desde el alma y abrazar desde la libertad.
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