La ratonera

 

Estaba sentada al borde de una banca leyendo uno de mis libros favoritos cuando en ese momento vi un ratón pasar frente a mi y ello me llevó a recordar la historia de los ratones que a continuación te voy a contar.

Hace mucho tiempo, en una comunidad muy feliz y colorida en medio de hermosos árboles y junto a un arroyo habitaba una enorme cantidad de ratones que seguían sus propias reglas organizados muy a su peculiar estilo. Ellos seguían las reglas de su comunidad y se habían adaptado a tener una forma de existencia pacífica. De pronto, un día apareció echando espuma por la boca un pequeño ratoncito que inmediatamente fue doblegado por el resto de ratones y encerrado en una habitación mientras intentaba furiosamente escapar. Los ratones muy asustados de que el mal se volviera contagioso fueron a llamar al viejo ratón sabio del pueblo quien luego de examinar al pequeño ratón infectado determinó que se trataba de un insignificante brote de rabia, debía permanecer aislado y el resto de la comarca estaría bien, fue su recomendación.

Pero pronto, otro ratón apareció en la comarca con los mismos síntomas y luego otro y otro y muy pronto eran ya un grupo de seis ratones. El ratón sabio sin embargo no se inmutó, mientras los otros ratoncitos parecían desesperados.

-Hermano ratón, te respetamos mucho, pero solo hemos visto caer a nuestros hermanos uno tras otro y tenemos miedo de que nuestras familias corran la misma suerte.- Le dijo un pequeño ratón con tono desesperado en asamblea 

A lo que el ratón sabio respondió

-Tengan paciencia, es una temporada, nada grave está pasando verán como dentro de unos días nuestros hermanos ratones se recuperarán y volverán a la vida social sin atacar.-

Los ratones, sin embargo, empezaron a llenarse de miedo y desesperarse, muchos de ellos tenían pesadillas que les hacían sudar en medio de su cama y revisaban su hocico y miraban sus ojos mas de una vez al día para ver si ellos también estaban empezando a tener los síntomas de sus amigos ratones con rabia. Muy pronto empezaron a visitar al ratoncito sabio, ratones que creían estar seriamente enfermos que juraban que tenían rabia y que debían ser aislados y el pánico se apoderó de la comarca completa. Mientras los ratones murmuraban a escondidas muertos de miedo encerrados en sus madrigueras, el ratoncito sabio veía los pajaritos hacer sus nidos en los árboles.

Un día mientras el sabio ratón estaba mirando embelesado como unas abejas disfrutaban de la tarde en su panal, un grupo de ratones furiosos se acercó a él para decirle:

-Hermano Ratón, sabemos muy bien que para ti ,la situación no es grave y aunque muchos de nuestros hermanos ratones han mejorado como tu dijiste, aún siguen enfermando otros y tu no pareces preocupado por nosotros que somos tus hermanos, nos preocupa que familias completas tengan la rabia.-

El ratoncito sabio los miró con calma mientras los ratones hablaban desesperados y  enfurecidos.

-No hay tal magnitud, ni un mal tan grande, salvo que Uds. crean que es así, si han de tener rabia esta no ha de acabar con Uds. mis hermanos ratones, por el contrario, ha llegado el momento de aprender a estar en calma y comprender el proceso real de la rabia que pasa por abandonar al ratón que la contrajo-

Los ratones al oír la respuesta, se fueron iracundos y durante la noche se reunieron en secreto.

- ¡Es demasiado! , debemos buscar una solución a esto, no podemos seguir en esta situación- dijeron unos ratones.

Mientras otros ratones adujeron.

-Pero el ratón sabio de nuestro pueblo ha estado con nosotros por generaciones y es muy cierto lo que dice, muchos ratones están sanándose en menos de una semana y el mal no es tan grave, no debemos alarmarnos y seguir con nuestras vidas es mejor-

La junta de ratones se mantuvo durante toda la madrugada y un gato que pasaba por allí acercó su oreja adonde estaban reunidos los ratoncitos y al enterarse del problema se le ocurrió una maravillosa idea.


El elixir


El gato que había escuchado el problema de los ratones, tuvo la mejor idea que se le había ocurrido en años, reunió a unos cuantos gatos y les contó sobre el problema de los roedores, entonces decidieron urdir un plan. Ellos serían los que les proporcionarían la cura a su mal siempre con algunos grandes beneficios para los gatos obviamente.

A la mañana siguiente llegó el gato al pueblo con un enorme frasco y aunque los ratones huyeron despavoridos y desconfiados. El gato visitante con un poco de astucia pudo hablar con el líder más joven del pueblo.

-He escuchado sobre su problema y les traigo la solución, soy un animal que siempre buscará que otros animales se encuentren bien y además si los roedores mueren por una rabia entonces nosotros los gatos nos quedaremos sin alimento, por tanto me conviene ayudarlos a subsistir-Dijo el gato

A lo que el ratón respondió

-Si no estuviéramos tan desesperados no escucharía tu propuesta, pero ¿Qué traes en esa botella?  -Pregunto el ratón mientras se trepaba en la botella lleno de curiosidad

El gato inmediatamente le contó que en la botella que traía tenía la cura a la rabia  de los ratones.

-Se llama “Elixir” -le dijo el gato con una mirada dulce y tierna y agregó – El elixir es una bebida de tres tomas que Uds. han de tomar luego de firmar un contrato en el que nosotros los gatos nos eximimos de responsabilidad, pero te aseguro que con este elixir de tres tomas todos los ratones de la comarca estarán muy bien luego de un tiempo y nadie volverá a enfermar y no morirá-

El ratón con suma desconfianza cogió el frasco enorme y lo olfateo:

-¡mmmm huele a queso parmesano, mi favorito!- , dijo el ratón mientras salivaba.

-Así es- agregó el gato mientras sonreía, luego firmó un contrato con el ratón en el que se comprometía a lograr que todos los ratoncitos de la comarca grandes y pequeños tomen el elixir y a darles su apoyo con las botellas de elixir que fueran necesarias.

-Que gato tan bondadoso! -Dijeron los ratones alegres al enterarse de la propuesta, mientras el ratón sabio miraba y escuchaba desde un rincón lo que pasaba

Para no hacerte larga la historia los ratones de la comarca empezaron a tomar el elixir y estaban muy felices pensando que finalmente habían encontrado la solución perfecta, algunos ratones mucho mas intuitivos decidieron no volver a repetir el elixir luego de la primera copa, otros se mostraron desconfiados y otros decidieron que no solo tomarían una copa de elixir, sino 3 e incluso 4 para asegurarse bien de no morir.

El ratón sabio intuyendo lo que ocurriría con sus hermanos ratones, se acercó una noche a la gran botella de elixir, se trepó con mucha dificultad hasta el pico y olió el característico aroma del queso parmesano. ¡Es una trampa! Pensó y luego de derramar unas lágrimas tomo una pequeña copa del elixir, el objetivo era investigar por cuenta propia lo que el elixir le hacía al cuerpo del ratón, sabía que una copa no era suficiente para acabar con la vida de un ratón.

Esa noche tuvo escalofríos y pesadillas terribles, pero dentro de un mes el efecto había pasado sobre su cuerpo, en cuatro meses estaba limpio otra vez. El sabio analizo el contenido del elixir y quedo muy sorprendido de lo que traía, entonces entendió porque el gato había sugerido que tomaran mas de una copa de elixir es que una copa no era suficiente, al menos no para el plan de los gatos.

El pequeño ratón en su sabiduría solo se mantuvo callado y observando, al cabo de unos años muchos ratones habían caído muertos en el bosque.

Los gatos habían incluido veneno para ratas dentro del elixir asegurándoles cuotas mensuales jugosas de ratones frescos cada mes, pero este veneno para ratas no era fácilmente detectable, de hecho, los ratones se mantenían saludables por meses mientras seguían tomando mas elixir y era precisamente el elixir el que los mataba.

Poco a poco los ratones fueron notando la trampa en la que habían caído, se dieron cuenta que la rabia desapareció por completo de su comarca, pero aun así ratoncitos morían y aquellos que habían tomado grandes dosis del elixir fueron donde el sabio para revertir el efecto. 

El sabio ratón comprendió que el plan de los gatos se basó en el miedo y la desesperación de los ratoncitos, entonces empezó a educar a la sociedad de ratones para crecer como una sociedad mas consciente de si, el objetivo era que no solo existiese un ratón sabio, sino que todos tuvieran habilidades que les permitieran discernir y tomar decisiones más allá del miedo. 


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