Estoy sentada al borde de mi cama,
lista para saltar al vacío de mis propios pensamientos, buscándole
explicaciones a lo inexplicable, intentando encontrar las respuestas que intuyo,
miro el vacío debajo de mis pies y se me escarapela el cuerpo de solo pensar en
tener que hacer un gran intercambio a cambio de algo más, creo que hay un punto
en el que las situaciones te impulsan a tomar decisiones , hay un punto en el
que intuyes que algo va demasiado mal en el mundo y tú no puedes hacer nada
para salvar a nadie más que a ti.
Balanceo nuevamente mis pies al
borde de la cama mientras busco el valor para seguir mi camino sin intentar
cambiar al mundo, para volver a mi fuente y olvidarme de la ceguera humana, no
creo que puedan despertar o intuir, creo que los seres humanos están demasiado
confusos en sus propios infiernos y creo que he estado a punto de caer en las
garras de esa confusión.
Ciertamente puede ser hastiante
que todo el mundo piense que puede caber en el mundo de una escritora y crean erróneamente
leerla y comprenderla cuando en realidad nadie puede entrar en la mente de una
escritora, los escritores escribimos para el mundo, pero tenemos nuestro propio
mundo, un mundo mucho más privado y claro del que plasmamos en los escritos,
nuestras convicciones son mas fuertes y nuestros anhelos escapan a la mente
humana.
Me balanceo al borde la cama y
cojo mis propios pensamientos mientras vuelvo una vez más a mí, mi lugar seguro,
el refugio dentro de tanta confusión, mientras me rindo a mis deseos de
intentar ayudar al mundo porque ya solo queda ayudarme a mí.
Mientras intuyo que me convierto
en mi mejor amiga, mientras me agazapo en mi y me abrazo a mí, mientras me dispongo
a iniciar un camino en el que me confunda solapadamente con el resto del mundo
y me camufle en su mundo de creencias mientras ellos crean que pertenezco a su
club, dejando de intentar convencer, aprendiendo a desplazarme sigilosamente
mientras vivo gracias a mí, y justo cuando estoy a punto de saltar a mi
universo mental es cuando descubro que finalmente mi misión de vida soy yo que
ha llegado el momento de rendirse y soltar porque ciertamente cuando todo es
tan confuso solo queda rendirse a Dios.
0 Comments