Un nuevo mundo


Me atrevería a decir que todos recordamos cuando nuestro querido amigo Cristóbal C. descubrió América. Él tenía un sueño, un anhelo, una sensación que le gritaba el corazón que había algo mas allá de todo lo que conocía; esa extraña sensación de que se estaba conformando con demasiado poco al conocer un solo continente, probablemente intuyó que allí afuera había algo mucho mas grande y bello, algo que palpitaba en su corazón como una intuición profunda, de que había algo más que solo el mundo que conocía, esa misma sensación que lo llevó a moverse para pedirle a los reyes católicos que contribuyeran con su empresa aparentemente suicida. En este punto me pregunto ¿podemos nosotros convertirnos en el Cristóbal Colon de nuestras vidas? ¿podemos empezar nuestro viaje de descubrimiento desde el interior? ¿haz sentido una sensación que te dice que hay algo afuera que debes descubrir? Tengo la certeza de que si Cristóbal Colon, Nicola Tesla y otros muchos otros no habrían pensado distinto al resto del mundo, sin lugar a dudas no habrían acontecido cambios interesantes para la humanidad, supongo que la evolución humana viene de las mentes denominadas “Locas” “Desquiciadas” o “Incomprendidas” pero te pregunto ¿Cómo puedes comprender a ese tipo de mentes si no estas a la altura de su nivel intelectual? Si algo te resulta inexplicable y escapa a lo conocido por ti o a lo explicable le denominarás sin lugar a duda locura, porque no encaja; simplemente no encaja en tu esquema cognitivo, ese que heredamos ancestro tras ancestro; pero, esos locos tuvieron la intuición extraña, la sospecha casi beligerante de que estaban mas lúcidos que el resto del mundo.

Es que la gran mayoría de las veces hay que tener el valor, el coraje, y ¿Por qué no decirlo? los huevos para  romper un poco los paradigmas extraordinarios de las limitaciones, para encontrar la sabiduría interior que te guía y se convierte en intuición, ese palpito en el corazón que hay una América por descubrir, ese mismo palpito en el corazón de que hay algo más grande allí afuera que un pequeño mundo de preceptos arcaicos, esa sensación de que es tiempo de empezar a navegar para salir de lo conocido, ese ¡bum bum! en el  corazón que te dice que debes seguir adelante, que solo debes creer lo suficiente, ese sensación que te enciende el alma como un orgasmo , esas ganas casi brutales de tragarte el mundo y escupirlo totalmente nuevo.

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