¿Angeles o demonios?

 


Mi querido lector(a) tras una controversia interna, me desagrada usar esa palabra, pero es precisamente lo que ha ocurrido hoy conmigo y ya sabes que comparto contigo de manera intima algunas de mis interpretaciones del mundo pues bien he llegado a la conclusión de que en cada ser humano habita un ser diabólico (horripilante, asqueroso, repugnante, extremadamente malvado) y un ángel (bello, celestial, casto, puro, diafano,extremedamente amoroso).

Ambos seres están comandados por nuestra mente y corazón , ambos pueden ser despertados también de manera insospechada.

Cuando algo o alguien despierta al demonio, cuando nuestro demonio interior toma las riendas de los asuntos de nuestra vida, arrasa con todos los valores y preceptos morales, nuestro demonio interior, desconoce de limites o de empatía, la lujuria lo guía en sus acciones y es incapaz de interesarse por las necesidades humanas, consigue lo que desea pisando sobre la humanidad de los demás, es en extremo egoísta y oscuro, fétidamente inteligente y su inteligencia es tan grande como su maldad, cuando nuestro demonio interior se hace cargo de las situaciones nos convierte en seres incapaces de sentir o empatizar. Nuestro demonio interior carece de corazón, es puramente mental y estratega y sin lugar a duda dejara heridos y decapitados a su paso.

Su contraparte es despertada por el amor. Cuando el ángel en nuestro interior toma el control de las situaciones se manifiesta en gran plenitud la luz, el amor, la empatía , nos embarga la comprensión humana, nos convertimos en seres capaces de ponernos en el lugar del otro, somos magnánimos, amorosos e irradiamos luz a nuestro paso, brindamos soluciones prudentes y certeras, este ser celestial cree en el bienestar y en las oportunidades , es puro corazón y bondad , se considera a si mismo un salvador gracias a su gran corazón  y tengo la certeza en el proceso nos termina salvando a nosotros.

Muchas veces hay pugnas internas entre ambos personajes, si me preguntas a mi si tengo un favorito, te diré que los quiero a los dos por igual ¿Por qué despreciar al demonio que ha sido la mente y fortaleza del ángel? ¿Por qué negar al ángel que con su amor es capaz de doblegar al demonio sin corazón? Ambos cohabitan en nuestro interior y son necesarios y complementarios como el día necesita a la noche, como el corazón a la mente, como la luz a la oscuridad y como el bien al mal y viceversa

Finalmente me pregunto ¿Qué sería de mi ángel si no existiera mi demonio? ¿Qué seria del corazón si no existiera la mente?


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