“No todo lo que brilla es un
diamante”
¿Cómo podrías reconocer un
verdadero diamante si nunca has visto uno?, podrías fácilmente confundir cualquier
piedra de Zirconia con un diamante, después de todo se ven ambas igual ¿no es así?,
pero lo más turbio sería que pierdas años importantes de tu vida intentando
cuidar una zirconia pensando que en realidad es un diamante hasta que un día descubras que sólo era eso ,
una zirconia muy barata o que entren un par de ladrones a tu casa y justo
cuando quieran llevarse tu zirconia tu pierdas la vida por intentar proteger
una versión barata de un diamante.La zirconia es mas barata y pesada que el diamante, tiene un gran brillo y puede rayarse con el tiempo mientras que el diamante es de alto costo tiene un brillo natural y elegante y es extremadamente resistente y duradero.
Lo mismo ocurre con el amor no necesita brillar tanto pero ciertamente es resistente y duradero, sólo cuando conoces el verdadero amor tienes la sabiduría para discernir aquello que es amor verdadero de lo que no lo es, incluso cuando se parezcan mucho, incluso cuando parezcan brillar igual, lo cierto es que un diamante es ciertamente una de las piedras valiosas más caras y solo un tajador de diamantes o un gemólogo podría reconocer el verdadero diamante pero eso solo viene de la experiencia personal, viene de su contacto con ese diamante. Del mismo modo, sólo una persona que ha tenido contacto con el amor verdadero puede tener la experiencia suficiente para discernir entre lo que es amor real y lo que se parece al amor pero definitivamente no lo es.
Sin embargo, los diamantes no andan tirados por el piso, de hecho existe un proceso de extracción bastante riesgoso a través de la minería de kimberlita o con un poquito mas de suerte con la minería aluvial, eso hace que muy pocas personas hayan tenido la oportunidad de tener un verdadero diamante entre sus manos y sin lugar a dudas debe ser una experiencia maravillosa .Lo mismo ocurre con el amor sólo muy contadas personas en el planeta tienen o han tenido la dicha de experimentar un amor real y son precisamente esas personas las que pueden diferenciar lo que es un amor real verdadero de una amor de zirconia.
Para finalizar este escrito diré una cosa, “Solo un diamante puede rayar otro diamante”, solo el amor verdadero puede durar los suficiente en el tiempo para volver a sentirse como la primera vez y tener la resistencia para hacer frente a todo lo demás.
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