Esto es un escrito sobre los muertos que se entierran pero
aún apestan, sobre el recuerdo pestilente de los gusanos recorriendo el cuerpo
del cadáver, este es un escrito sobre lo que se siente cuando ya enterraste al
difunto , al que te morías de ganas por enterrar pero aún aparece cual fantasma
en los rostros de las personas en alguna botica, en la calle ,en algún restaurante
, en el gym y te preguntas si realmente el muerto esta muerto, pero resulta que vas a
la tumba para revisar y te das cuenta que esta bien muerto, solo que el cadáver
putrefacto y pestilente aun se osa a descomponerse por completo.
El muerto esta fresco, es la metáfora de aquello que enterraste
bajo tierra y aún así osa perseguirte a modo de apariciones, recordatorios,
momentos como una especie de tortura fantasmal y te orilla a tomar la decisión
de asomar a la tumba y darte cuenta de que en efecto, todo es producto de tu mente
perturbada por el recuerdo de un muerto pestilente que yace olvidado en su tumba
en medio de su amargura, sus quejas , miedos, sus gruñidos y haciéndole gasthligting a
los otros fantasmas del cementerio.
Si me querido lector, todos en algún momento de nuestras
vidas hemos tenido muertos frescos en la puerta de nuestra memoria, hay
muertos que te dan nostalgia y de algún modo una canción como “Love me like you
do” hace que asomes con tu nostalgia a bellos
recuerdos y de vez en cuando haces una visita a la tumba para dejarle unas
florcitas , limpias con un pañito húmedo la tumba y le haces algunos rezos mientras
poco a poco lo vas soltando pero hay otros muertos a los que en efecto no
quieres dejarles flores, ni tan siquiera barrer su miserable tumba pero aun así
osan salir a tu mente con horribles apariciones de su fantasmal silueta.
Sin embargo, en este punto debes recordar que todo eso pasa
por entender que el muerto esta fresco y que solo es un repugnante cadáver en
descomposición.
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