Bicho Raro

 


Lo raro de ser un bicho es que realmente no lo eres, solo no encajas en un mundo extraño. 

Como en todos los cuentos cortos empezaré esta historia diciendo: “Erase una vez una mariposa malherida que cayó en una muy bien organizada aldea de hormigas; todas tenían un rol y todas sabían ejecutar sus roles de manera eficiente .Cada hormiga dentro de esa aldea había crecido para lo mismo :  Transportar comida y sobrevivir .

Las hormigas en su comunidad tenían una simetría ,un orden, sus propias reglas y su modo de convivir en sociedad, todas eran iguales ¿Has visto alguna vez una hormiga sobresalir entre otras hormigas? No, las hormigas no sobresalen entre sí, todas son iguales como cortadas con la misma tijera solo se mueven en el sistema intentando sobrevivir; marrones y con sus patitas todas moviéndose al mismo tiempo todas haciendo lo mismo, todas encerradas en su burbuja, bien de vuelta a la historia ,estas hormigas de las que te hablo que jamás vieron una mariposa no terminaban por comprender su rareza, mientras las hormigas trabajaban arrastrando su alimento y en comunidad, la mariposa disfrutaba de sus colores mezclándose con las flores a su alrededor, -Qué le pasa se decían las hormigas? -¿Qué se ha creído? - Vive entre nosotras y sin embargo lleva vida de diosa, ¿Porque con sus alas enormes no nos ayuda a cargar los alimentos? Sería simplemente más fácil-. Pero la mariposa tenía otros intereses su mente era distinta.

A la mariposa le costaba mucho entender el comportamiento de las hormigas así que prefería pasar largas horas aleteando sobre las flores. 

-Es un bicho raro-, dijo una vez una hormiga mientras cargaba su grano de azúcar y la miraba con envidia secreta. Ciertamente la mariposa apreciaba a las hormigas y se sentía solitaria cuando veía que ellas no compartían su perspectiva del mundo, le apenaba que las hormigas solo conocían hormigueros y estaban acostumbradas a arrastrar sus alimentos habían perdido la perspectiva del mundo y no veían las cosas tan simples como lo hacía la mariposa. La mariposa vivió un tiempo entre las hormigas, pero luego comprendió que simplemente no encajaba entre ellas, las hormigas habían nacido para ser obreras y ella para disfrutar la belleza del mundo.

A veces simplemente no encajamos en determinados entornos no porque seamos raros sino porque nuestra perspectiva del mundo es distinta.


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