Ocho de la mañana de cualquier
mañana , cualquier año cualquier relacion espacio tiempo ; allí en medio de ese mar de rostros sonrientes de la
fotografía estoy yo sintiéndome triunfante luego de haber comprobado que podía soportar
sumergirme en el hielo por mas de tres minutos y en este escrito no te cuento como
fue la experiencia pero te hablo sobre el acto mismo de comprobar por nosotros
la realidad, sobre el acto de descubrir y el acto de explorar el mundo con
nuestros sentidos cuando decidimos no hacer caso a las creencias de la sociedad
, formular nuestras preguntas e hipótesis y empezar a comprobar por nuestra
cuenta y conocer nuestras verdades.
Estoy casi segura que mi profesión ideal en esta vida sin lugar a dudas habría sido el periodismo,
supongo que lo llevo en las venas atravesándome el alma y de rato en rato se
cola en algunos de los episodios de despierta carajo ( el podcast) cuando
decido hacer algo por el hecho de tener la experiencia de primera mano.
Una sumersión en hielo es algo
que por lo general no cambia la vida de las personas sin embargo provocó una
tenaz iluminación en mi interior, una luz a mis creencias, esos cubitos de
hielo entre otras cosas y experiencias me enseñaron que hay algo mas allá de
todo lo que se nos hizo creer por años, admito que para hacer esta actividad
tuve miedo y también frio pero eso fue antes porque cada segundo en el hielo valió
la pena.
Lo mas destacable de esta inmersión
es el hecho de que el cuerpo rechaza en un principio el primer contacto con una
temperatura inferior a la suya, sin embargo, se hace evidente la capacidad de adaptación
y supervivencia humana para poder tolerar los cubos de hielo que rodean nuestro
cuerpo en una piscina improvisada el cuerpo es capaz de adaptarse y tolerar al menos cuando por poco tiempo de inmersión se
trata.
Creo que no se trata de creer en
la sociedad y sus creencias, creo que se trata de creer en lo que vamos descubriendo
a traves del camino, se trata de ser lo suficientemente curiosos para crear
nuestro propio concepto del mundo a partir de nuestras experiencias, de nuestro
filtro de percepción personal que es como un cristal que debe limpiarse
continuamente para captar el mundo lo mejor posible , se trata también de tener
la predisposición para estar en un aprendizaje constante que va de la mano con
una deconstrucción de creencias y paradigmas. Se trata de descubrir las
respuestas a nuestras interrogantes mientras disfrutamos el placer de vivir.
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