El asesino


Dejó mezclarse la sangre de sus manos con el agua que caía en el lavadero de baño y con su lengua probó un poco de la sangre que quedaba entre sus dedos para recordar el sabor de su primera y última víctima .Mientras imaginaba el cadáver inerte tendido sobre la cama a sus espaldas pensaba que  matar no había sido una experiencia tan gratificante como lo supuso, se secó las manos con una toalla y cogió la libreta de deseos. Colocó un check en el numeral 6 :-”Asesinar una persona solo porque si”-.

Tardó unos minutos en volver en si y darse cuenta que el cadáver tendido sobre la cama era real, realmente era tan interesante la mente humana, probablemente la gran mayoría habría tenido un enorme ataque de consciencia, pero él estaba de lo mas tranquilo, solo observando el cadáver inerte de su víctima, perdido en sus pensamientos sobre la humanidad y su insignificancia.

Suspiró como si viera un enorme desastre en la habitación por limpiar. Ciertamente no había mas que hacer allí, camuflar la experiencia le iba a tomar toda la noche y parte de la madrugada y solo había podido disfrutar un par de minutos de su proeza, la de ver los ojos de desesperación de su víctima, ese ultimo grito ahogado antes del suspiro final , en su imaginación se veía mil veces más interesante.

Miró el cadáver de la mujer que parecía observarlo con una mueca maléfica de dolor y los ojos muy abiertos, volvió a suspirar y le tiró una almohada sobre la cara para no tener que ver tan desagradable desastre mientras terminaba de fumar el ultimo cigarro de su cajetilla.

Cogió la maleta que tenía a un costado de la cama y volvió a mirar el cadáver inerte desnudo , ciertamente era como ver un animal muerto, fue al baño , empezó a quitarse la chaqueta de cuero con manchas de la sangre de su victima ; las ropas que traía puestas las iba tirando en el suelo mientras sacaba de la maleta maquillaje y prendas de mujer que empezó a ataviarse lentamente sobre si; con total parsimonia se maquilló el rostro a la par que miraba el brillo de sus azules intensos al espejo, se puso los tacones y se miró una ultima vez en el espejo del baño sin lugar a dudas se veía como  una mujer o al menos lo aparentaba muy bien  y nadie dudaría de eso  al mirar las cámaras de seguridad de la casa.

Se puso un poco del perfume Channel de su victima sobre el cuello y metió su chaqueta de cuero y lo que traía puesto de nuevo en la maleta, limpio todo con total cautela, cogió las llaves de la habitación de la casa de la mujer, cerró la puerta dejando tras de si el cadáver tendido sobre la cama y miró a la cámara de seguridad en acto desafiante.

Son casi las dos de la mañana , va manejando lentamente al borde de un acantilado , sus dedos golpetean sobre el volante y  en la radio suena la canción “Pumped Kicks”, nuestro conductor sonríe mientras mira sus enormes ojos azules en el retrovisor -“nadie dijo que asesinar fuera tan fácil”-, piensa para sus adentros. De pronto; el auto se detiene en seco y la radio deja de sonar, el hombre verifica el tanque de gasolina pero este  esta completamente lleno, vuelve a mirar el espejo retrovisor y siente una mano acariciarle la muñeca, mira en el asiento del copiloto y allí esta ella mirándolo con una mueca de malicia, inmediatamente el auto se enciende y ella gira el volante en dirección al precipicio.

A las 4 am de aquel 31 de octubre, una familia se detiene al ver un carro incendiarse en la base del acantilado, la policía encuentra en la escena los cadáveres carbonizados presumiblemente de un hombre y su acompañante femenina .

 

 

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