La cocaína, la marihuana, el éxtasis y otras drogas que desconozco han sido reemplazadas por un nuevo tipo de droga: "Los shot de dopamina". ¿Sabías que todos la consumen? Tu jefe, tu colega, tu mejor amigo... Creo que el único que se salva es tu perro. Vivimos en una sociedad que anda drogada y lo más interesante es que ama estar drogada y no le importa.
Todos amamos el placer. Yo misma me considero una persona altamente hedonista. Ahora bien, las personas preferimos el placer al dolor, y cuando hay dolor, buscamos mitigarlo con un poco de placer.
El uso de nuestras amiguitas, las redes sociales, ya sea que las uses con tus cuentas oficiales o cuentas anónimas infinitas que te hayas creado, ya sea que proclames al mundo que no tienes ninguna red social y resulte que a escondidas te masturbas mentalmente consumiendo contenido a escondidas... Anyway, ya sea que lo hagas a escondidas o a plena vista del público, eres un consumidor de las drogas milenial.
Pues el uso de las mismas aumenta la liberación de dopamina, un neurotransmisor que se asocia con el placer y la recompensa. Esto puede explicar por qué sientes ese ligero alivio cuando abres tu maravillosa red social. Al mismo tiempo, puede explicar por qué hay personas que generan adicción a las redes sociales y cómo algunas de ellas incluso han generado una dependencia de ellas.
Básicamente, te están programando con la técnica de Pavlov de estímulo y recompensa. Cuando abres tu hermosa red y ves likes o visualizaciones, tu cerebro tiene un pequeño éxtasis de liberación de dopamina. Pero este shot es tan pequeño que necesitas más de la droga digital, y entonces sigues y sigues y sigues... Así se pasa tu día.
En fin, eso te genera ansiedad porque necesitas probar más. Es básicamente como cualquier otro tipo de adicción. Te genera depresión porque comparas tu vida de porquería con la vida de ensueño de tus influencers. Por último, te genera déficit atencional, que hace que pequeñas tareas te aburran y te dispersen. Finalmente, la codependencia es sutil pero letal.
Pero al diablo, ¿no? Total, el placer es rico. Entonces, droguémonos todos juntos, pero seamos conscientes de que somos unos adictos a las nuevas drogas milenial.
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