Al escribir este artículo me preparo para recibir las críticas más acérrimas de aquellas personas que se han sometido a cirugías. Cada día, alrededor del mundo se realizan miles de procedimientos estéticos, muchos de los cuales tienen el porcentaje más alto en mujeres. La información de este artículo no es para brindarte cifras que puedes encontrar con solo realizar una búsqueda superficial en internet. Sino analizar las razones detrás del incremento de los procedimientos estéticos en mujeres.

Si observas un poco las redes sociales notarás que un buen grupo de mujeres ha pasado ya su cuerpo por el bisturí, no una sino innumerables veces, siendo que cada vez vemos más cuerpos similares entre sí, podríamos decir que la industria de la cirugía está generando una producción de cuerpos de mujeres en masa que han perdido su unicidad, pero ¿qué hay detrás de esta exagerada tendencia a los cambios de cuerpo? ¿podemos culpar a las mujeres? Bien vamos a dilucidar un poco al respecto, haremos una disección de lo que motiva a mujeres que ya son perfectas como tal a modificarse el cuerpo.

Los seres humanos vivimos en sociedad y como tal interactuamos con otros seres humanos que poseen sus criterios de belleza y selección, criterios que han sido subliminalmente establecidos por los medios de comunicación , la sociedad en sí, las tendencias y porque no mencionar el acceso ilimitado a la pornografía, esos ideales de cuerpo se implantan de manera casi inconsciente en el cerebro humano que va buscando en el mundo real lo que percibe a través de los diversos medios digitales con los que interactúa.

El estereotipo que se ha construido de la mujer adecuada viene no solo de la influencia del entorno sino, además del proceso evolutivo humano, las mujeres con mejor capacidad para parir, dar a luz a hijos, perpetuar la especie humana son aquellas que poseen mayor juventud, las caderas más anchas para asegurar una mayor descendencia, y el busto más prominente, esto aseguraba por aquella época , la de las cavernas que ella pueda dar de lactar a una camada completa  y por ende dar hijos más sanos y con mayores probabilidades de  vida. Sin darse cuenta el ser humano está influenciado en la elección de sus estereotipos por la carga genética evolutiva y por el entorno ¿podemos culpar por eso al a especie humana? Definitivamente no, es algo natural en la sociedad que siendo realistas no podremos cambiar, pero sin identificar. Y que influencia en la búsqueda de cierto estilo de cuerpo y características, en otras palabras, el ser humano solo quiere perpetuar su especie.

Esta búsqueda inconsciente del sexo opuesto del cuerpo con mejores características para perpetuar la especie ha hecho que muchas mujeres creen complejos psicológicos personales, y aquella que diga que no los tiene, les aseguro una cosa “Está mintiendo” la mujer vive llena de complejos, a veces los muestra y otras no lo hace. Esos complejos, el golpe de vivir en una sociedad con estereotipos claramente establecidos y fortalecidos por la interacción social ha generado que muchas de estas mujeres carezcan de amor propio, un autoconcepto claro y desarrollen muchas inseguridades, que las hacen victimas fáciles de la cirugía para preservar su juventud o resaltar más curvas.

El problema aquí no es que las mujeres se operen, pues en ellas está la libre elección, de hecho, nadie las juzga por eso porque no tendría sentido, el problema radica en que las mujeres se operen por las razones incorrectas, para satisfacer al entorno y sin darse cuenta sean víctimas de un autoengaño psicológico.

En otras palabras estas mujeres no deben someterse a una operación para mejorar su amor propio y autoestima porque eso no pasará, se volverán codependientes del bisturí porque no podrán satisfacer las exigencias sociales, más si es posible que primero trabajen en entender como la sociedad impacta en sus elecciones, fortalecer y mejorar el autoconcepto y si luego de eso quieren someterse a una cirugía, pues celebremos porque esa mujer ya no lo está haciendo para encubrir un problema de autoestima o satisfacer a su entorno, sino por el puro placer de hacerlo y siempre por las razones correctas.