La primera vez que tuve que decidir en mi cedula de identidad si colocaría un
sí o un no en el apartado de donación de órganos, no tuve que pensarlo
demasiado, por aquellas épocas no pensaba demasiado las cosas y opté por lo que
mi corazón me sugirió, definitivamente sería un: Sí.
Hoy, años después de mi primer "sí", me detengo a reflexionar sobre el acto
de donar, pienso que donar es el acto humano mas desinteresado que puede
existir, es el respeto máximo a la vida, es fluir con el mundo, es aceptar que
somos más que cuerpos humanos y que,
aunque en algún momento nos extinguiremos del planeta, aun así, podemos pensar
en el bienestar de las personas que aun permanecerán en el mismo.
Creo que todos los seres humanos tienen derecho a mas de una oportunidad en
sus vidas, también siento que mientras tu no terminas de apreciar todo el
milagro de tu propia vida, muchas personas están en una lista de espera para
ser salvadas y tener la oportunidad de tener nuevas experiencias en este mundo.
Las personas tienen ese amplio derecho, a vivir una vez más, a experimentar
una vez mas ¿Por qué negarles la oportunidad? Esa es la razón por la que siempre
marcaré un "sí" en la casilla de donación de mi cedula de identidad.
Por que las personas si tienen derecho a vivir una vez más, porque las
personas tienen derecho a su propia redención, porque las personas tienen
derecho a reinventarse, porque las personas tienen derecho a salir de una lista
de espera y empezar a vivir, porque el acto de donar es la transición de la muerte a la vida, es aceptar
el acto de morir para volver a vivir en otro cuerpo, en otro ser en otra
experiencia, rindiendo honor a la oportunidad de vivir que nos ha sido concedida.
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