La Protagonista

 


En cada serie, película, documental, libro, hay un personaje principal; un personaje principal es el que se encuentra a lo largo de toda la historia y es el que le interesa realmente a la audiencia. La audiencia quiere saber cosas sobre el personaje principal: su historia, sus raíces, su vida, sus motivaciones, sus gustos. En este caso, nos enfocaremos en el personaje principal femenino, denominada protagonista. La audiencia quiere saber: ¿Qué pasó con el personaje principal? ¿Cuál fue su última aventura? La audiencia llora con el personaje principal y se identifica con él; la audiencia detesta a quien daña al personaje principal y ama a quien le ama. La audiencia disfruta de sus logros y entiende algún desacierto; la audiencia no juzga al personaje principal, sino que lo comprende. La audiencia sigue al personaje principal; la audiencia siempre está de lado de la protagonista, o la puede detestar, pero termina amándola. Prácticamente, se vuelve su fanática.

El personaje principal es el centro del libro; si quitas al personaje principal, no existe libro, película, simplemente no hay por dónde armar o empezar a amar el guion, porque no hay una base. Un personaje principal es particularmente auténtico y escapa del prototipo usual encontrado en el mundo. No he visto un personaje principal o una protagonista común; de hecho, la protagonista al principio detesta no poder encajar en la sociedad, pero luego termina dándose cuenta de que eso es precisamente la razón de ser el eje de la historia. Una protagonista es regida por su propio mundo de reglas y su propio mundo mental; hace las cosas de acuerdo a sus propios valores y se enfoca en el disfrute natural del mundo.

Intentar describir un papel protagónico en este escrito es absurdo; una protagonista es prácticamente indescriptible, una especie de caja de Pandora. Y es allí donde radica principalmente el éxito de la serie, libro o película que protagonice; radicará precisamente en la autenticidad, en su marca personal, en su forma de ser desorbitadamente adictiva, que deja a la audiencia dudando de sus propios valores y creencias, que deja a la audiencia queriendo parecerse a la protagonista sin poder lograrlo, porque ese es precisamente el papel de un rol protagónico: La inmortalidad 


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