Un poco de Photoshop

Que maravilloso es el mundo de la fotografía, realmente la fotografía resulta ser apasionante cuando vez esas fotos tan bellas y llenas de luz y magia, y te asombras con la toma de una góndola en Venecia siendo golpeada por el rayo de sol mientras el agua recorre los canales, qué bello es el mundo de la fotografía en verdad. 

Hasta que descubres que todo es una farsa, si, gracias al Photoshop, una herramienta mágica para crear ilusiones donde no las hay, en realidad la fotografía inicial ha sufrido un conjunto de retoques para llegar a su versión final y okey, claro, claro que es estupendo ver una foto hermosa y es una expresión de arte, pero nada se compara a una toma real, ¿Qué pasa cuando vas a visitar ese lugar hermoso que viste en la fotografía súper editada por esta mágica herramienta? Pues te encuentras con que las flores no son tan brillantes, los pajaritos no son tan coloridos y en esencia te vendieron un fraude.

Hasta allí no hay problema, total como ya lo dije la fotografía es una expresión artística y el fotógrafo tiene derecho a utilizar sus herramientas de retoque tanto como deseé, el problema es cuando esta herramienta se usa en las fotografías de personas, entonces ves una total incongruencia entre la persona real y la de la foto, ¿hasta qué punto el uso del Photoshop es adecuado en la fotografía? ¿Cuál es el balance adecuado entre fantasía y realidad? ¿es correcto vender fantasía? Son preguntas que me formulo mientras siento que muchos fotógrafos profesionales alistan sus bayonetas para fusilarme, pero vamos, estamos en un país con libertad de expresión, y lo digo porque lo he sufrido, entiendo que el trabajo de un fotógrafo profesional vende en relación al buen uso del Photoshop en la fotografía y el resultado final que debe ser mágico y la marca personal del fotógrafo, pero ¿eso no es vender fantasía? 
 
Qué tal si empezamos a mostrar más las sombras y las arrugas y lo repito, lo he sufrido en carne propia, he tenido experiencias maravillosas con fotógrafos, pero siempre he tenido diferencias con ellos, al pedirles que por favor reduzcan el nivel de cambios en mi rostro con su mágica herramienta. 

En todo caso, todo el exceso es malo, y un poco de Photoshop si es gusto del fotógrafo no viene mal, aunque yo en lo particular, preferiría evitarlo, pero bueno admito que la sociedad acepta mucho más las fotografías nivel pro con alto nivel de transformación, simplemente optemos por el balance en todo aspecto y sigamos disfrutando de las imperfecciones de los paisajes y las personas.


0 Comments