Licencia para sentir

El sol ilumina el camino  y miro hacia la carretera; aquí estoy yo, voy manejando el Cadillac de mis emociones a las velocidades mas insospechadas posibles mientras me doy el lujo de sentir cada una de ellas, rebaso el limite del velocímetro a la par que me sumerjo en cada una de las sensaciones que dominan mis reinos internos. 

Me embarga  una característica tan humana como la capacidad de sentir que dejo fluir por mis venas mientras me muevo al ritmo de mis emociones, cual alquimista las construyo y deconstruyo a mi favor para armarlas y desarmarlas tantas veces como sea necesario y conduzco mucho más rápido  al compás de la música que suena en el Cadillac  mirando a traves del espejo retrovisor quedar mis recuerdos en el camino mientras disfruto mis emociones porque sé que llevo el control de las velocidades a la par que  atravieso los senderos de mis propias experiencias mientras dejo atrás parte del viejo camino es entonces que una sonrisa se dibuja en mi rostro y miro a traves de la ventanilla del Cadillac de mis propias emociones y  pongo la música al tope y cojo una nueva ruta en el camino de mi propia vida, es la libertad de mi propio viaje la que me permite disfrutar del viento que juega con mis cabellos mientras dejo que las emociones me embarguen sin caer en los reparos sociales, dándome permiso para ser yo , dándome permiso para amar, para amarme, reír, soñar, vivir, dándome permiso  de ser feliz y para llorar de felicidad, dándome el espacio para estar orgullosa de mí y pongo el pie en el acelerador de mis propias experiencias sabiendo que tengo el control sobre cada una de mis sensaciones, conociendo mi poder para detenerme en el momento necesario, justo  ahora solo manejo a la libertad mientras disfruto del paisaje que se abre ante mí , listo para ser explorado  ahora que he recibido mi licencia para sentir, porque de eso se trata la vida se trata de esa licencia que nos damos a nosotros mismos para percibir el mundo a traves de nosotros mismos, se trata de llevar siempre con nosotros nuestra licencia para sentir.